Tres compartimentos

Las equivocación más grande de mi vida era:  el miedo por un presente agresivo;  el recordar con tristeza y desilusión los eventos tristes ya sucedidos; y, sobretodo lo demás,  la zozobra que sentía ante  un futuro incierto. 
Todo esto sucedía porque no sabía  apreciar las mil cualidades que los demás y yo tenemos en nuestra vida presente. La fórmula que cambió mi vida es esta: "En la vida no se trata de hacer cosas extraordinarias, sino de hacer extraordinario lo ordinario"; haz bien lo que estás haciendo ahora y divide tu vida en tres compartimientos: el pasado, pero  sin martirizarse por lo que pasó, el futuro, pero sin preocuparse por lo que de seguro no sucederá;  y el presente, pero vivido con entusiasmo y de acuerdo a tus límites.  
Todo aquello no se logra sin tratar a los otros como amigos,  teniendo en cuenta lo siguiente:

  • Mandar sin hacer notar que se está mandando.
  • No dar ordenes secas o duras para que los demás no se sientan humillados, al contrario, impartir instrucciones en un tono cordial y amigable.
  • No ser autoritario, y hablar suave y con el corazón. No llevar en el pecho las normas de la empresa para encarar a los subalternos; utiliza el criterio con discernimiento que lo escrito no es ley si hace daño o crea conflicto.
  • Demostrar aprecio por los méritos ajenos. La envidia sana no existe, porque la envidia es envidia. Lo que existe es la admiración de verdad: y con el corazón. No seamos mojigatos ni socarrones.
  • Decir con el corazón: " yo sé que usted si será capaz de triunfar en esto"
  • Las personas agresivas emplean una voz fuerte y ruda por más suave que intente expresarse. Qué tu voz sea suave;  pero con el corazón para que produzca en el oyente una verdadera sensación de cariño.
  • Y, sobre todo lo demás, recuerda que aquella persona, QUIEN QUIERA QUE SEA,  posee una dignidad en orden a Dios, y que tratarla como si no la tuviera, es hacernos indignos; es seguir atados por las amarguras del pasado, la zozobra del futuro y la agresividad del presente. ¿Quién pierde más? 

Comentarios

Entradas populares de este blog

En la buseta

Charlas con la Nena

El milagro más grande eres tú