Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como carlos eduardo llano

Una persona desagradecida es una persona agresiva

La actitud o postura ante la vida es la clave del éxito o del fracaso. Lo único cierto es que Dios nos dio espacios, herramientas y dones para podernos desenvolver con éxito en las diferentes ocupaciones: nos dio padres, ojos, manos, pies, oídos, olfato, alma, espíritu, y mente entre muchas otros regalos. Muchos, prescindiendo de algunos de estos son felices y no andan quejándose aquí y allá, ni culpando a otros de de su "infortunio". Pero si tenemos mil disculpas para no hacer lo que hay que hacer por pereza, desánimo, desinterés, o apatía; entonces vamos directo hacia el fracaso en la vida porque estamos utilizando todos aquellos dones a favor y no en contra. No andemos por la vida inculpando a Uribe, al alcalde, al vecino de nuestras desgracias; levantémonos con ánimo y seamos agradecidos con todas las cosas buenas que tenemos. Esta es la cualidad principal de los hombres y mujeres de éxito.

Rumbas de verdad

He probado muchas cosas de este mundo, que son normalmente aceptadas por la sociedad, pero que en el fondo no es mas que un plan sinietro del tóxico para atraparnos en sus redes. En verdad es un privilegio asistir a los Congresos de María Santificadora. Estos Congresos si son fiestas de verdad, no producen resaca mundana, sino un bienestar que viene de Dios. "Jesucristo es la Luz del Mundo y quien crea en Él no andará en tinieblas" Gracias por todo, sigan trabajando, trabajando y trabajando que somos muchos los que estamos siendo liberados, y por lo tanto andamos felices a toda hora, a pesar de tanta embestida y toxicidad mundana.

Paz en medio de la tormenta = libertad

Siempre he procurado hacer las cosas de la mejor manera posible; desde luego: con órden y planeación. Sin embargo, los afanes del mundo me presionan para hacerlas antes de que colgar el teléfono, tanto que uno no tendría tiempo de ordenar y planear. No accedo a la presión, y entonces,   aquellos se confabulan para hacerme tropezar  y sentir culpable.  A  causa de ello, es normal que durante uno o dos días me sienta triste, desanimado, apático y disgustado con lo que sucede, lo que no es normal es que acepte vivir así todos los días o la mayoría de ellos. Así me sucedió hace poco, ya que hay  personas que creen que ser diligente y responsable es hacer del trabajo de los demás lo más incómodo posible, tratando de encontrar pelo negro en gato blanco aunque este luzca más claro que la nieve. Y efectivamente, mi labor fue suspendida cuando este se estaba haciendo de la mejor manera en todos los aspectos.  "Cuando el agua esté turbia, dejadla repo...