Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2012

Lo más importante del día.

Un buen día empieza con una buena noche; y una buena jornada comienza con una buena mañana.  Hace algunos años me levanté sin trabajo y sin un peso en el bolsillo. Había vendido lo que podía vender y el dinero se me había acabado. Estaba debiendo impuestos, cuotas de administración,  multas, cuotas del apartamento,tarjetas de crédito, y deudas personales entre varias más.  Con todo nunca perdí la compostura aunque las escaramuzas de las depresiones se querían hacer sentir en mi vida. ¿cómo logré alejar de mi la depresión? - digo alejar porque no se puede evitar que ésta revolotee sobre nuestra cabeza - Lo primero que hacía cada mañana era leer la Biblia y leer los pasajes del día; siempre me acompañaba un tinto.  y claro; es decir, Él me decía que lo primero que tenía que hacer era no tener ni pereza ni disculpas para  hacer lo que debía hacer aunque no me agradara.  Me hablaba diciéndome: "tienes riquezas:  ojos, manos, pies, familia, amigos, y muchas  más; anda pués: "lev

¿ A quien les estamos dando gusto?

Al contrario de nosotros, Dios no está limitado por el tiempo ni por el espacio. Andamos a toda hora afanados y queremos que las cosas tomen cuerpo en un dos por tres. Dios tardó siete días en hacer la Creación: un día hizo una cosa, otro día hizo otra y así hasta el día séptimo cuando descansó. Todo el día estoy persiguiendo aquella hora de atraso y nunca la alcanzó, todo el día estoy tratando de complacer a los demás y nunca los complazco. Solución: de ahora en adelante haré del tiempo mi aliado: tendré tiempo de escribir, de arreglarme debidamente, de trabajar,  de sembrar, de recoger, de una siesta,  de asistir a un grupo de oración, de ver mi partido de fútbol o tenis; de trotar en el parque, y  lo más importante: como Dios si que  recibe mis dádivas con agrado,  entonces mis esfuerzos se centrarán en tenerlo contento, ya que con la gente difícilmente lo voy a lograr. Y al fin de cuentas Él y sólo Él es quien nos va dar el premio.  

Una persona desagradecida es una persona agresiva

La actitud o postura ante la vida es la clave del éxito o del fracaso. Lo único cierto es que Dios nos dio espacios, herramientas y dones para podernos desenvolver con éxito en las diferentes ocupaciones: nos dio padres, ojos, manos, pies, oídos, olfato, alma, espíritu, y mente entre muchas otros regalos. Muchos, prescindiendo de algunos de estos son felices y no andan quejándose aquí y allá, ni culpando a otros de de su "infortunio". Pero si tenemos mil disculpas para no hacer lo que hay que hacer por pereza, desánimo, desinterés, o apatía; entonces vamos directo hacia el fracaso en la vida porque estamos utilizando todos aquellos dones a favor y no en contra. No andemos por la vida inculpando a Uribe, al alcalde, al vecino de nuestras desgracias; levantémonos con ánimo y seamos agradecidos con todas las cosas buenas que tenemos. Esta es la cualidad principal de los hombres y mujeres de éxito.