Invencibles.

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Hay dichos populares que no tienen nada de sabios; por ejemplo: 'loro viejo no aprende a hablar', o 'genio y figura hasta la sepultura'. Y hay hay quienes justifican estos adagios como en el caso de algunas personas que se imaginan que por el sólo hecho de haber llegado a cierta edad ya no tienen necesidad de ir tras nuevos logros y se quedan anclados.

Por fortuna, están también los que con vitalidad y empeño comienzan a vivir la vida a una edad donde algunos han comenzado a estancarse. Conscientes entonces de su dinamismo, aquellos empiezan a moverse en una nueva e innimaginable etapa de sus vidas "trabajando sobre lo que quedó y no murió". Sienten como si la vida de un momento otro conspirase a favor de sus nobles propósitos; y así sus planes comienzan a tomar cuerpo porque sus pensamientos ya estan libres de las enajenaciones que dejan los miedos y las vanidades propias de los hombres de una sociedad "moderna".

Ya no tienen miedo principalmente porque sienten "que la muerte no les quita sus seres más queridos sino que al contrario, se los guarda y se los inmortaliza".