Es mejor persistir que resignar

He notado que muchas de las buenas ideas no toman cuerpo, y lo peor es que prácticamente ni siquiera se ha comenzado a luchar cuando ya se ha resignado. Las cosas no son difíciles en sí, son difíciles sencillamente porque uno no las hace. Cuando se comienza a ejecutar un plan de acción y logramos contener las primeras escaramuzas (ataques de poca importancia que tiene por propósito solamente amedrentarnos) las cosas se van dando de un modo literalmente mágico, las oportunidades van apareciendo de una forma inesperada; es como si nosotros estuvieramos por delante sembrando y mi Dios por detrás tocándolo todo con su maravilloso poder.

Sí, definitivamente todas las actividades están hechas para que tengán éxito, eso es lo más normal. Simplemente hay que comenzar por el lado que requiere menos esfuerzo y cada vez se irán añadiendo más elementos. De menos a mas. Un disculpa muy común es decir que no se tiene dinero para comenzar, que los bancos no prestan y que nadie tiene plata. Error fatal.
Si quiere, por ejemplo vender un producto, lo primero que hay que hacer es que conozcan el producto, para llevar a cabo esto se hace una carta o catálogo para su presentación ante los demás. Esta forma de publicidad atraerá clientes potenciales y algunos de ellos se interesarán realmente por ellos. Cuando alguno de ellos te comprare tendrás varias opciones para financiarte: recursos propios, anticipos, préstamos de familiares o amigos, o simplemete tendrás el apoyo de tu proveedor.
Ves que no habría disculpas. Las cosas no son difíciles, son difíciles porque uno no las hace y culpamos a los demás de todo lo malo que no sucede. La culpa no es de Uribe, ni del vecino, ni de mi papá, ni de mi mamá, ni siquiera de la guerrilla o los corruptos; no culpa es mía porque la vida me da los espacios y los medios para desarrollarme, pero no los quiero tomar.

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