Ir a la fija
www.bombillos.org Durante un mes estuve invirtiendo en un juego de azar llamado Chance. Todos los días me decía: " no hay alguien que tenga más suerte que yo, además los números ganadores me serán revelados particularmente en forma clara y determinante". Pero vaya sorpresa, por alguna razón mis voceros siempre se equivocaban. Pero era comprensible, ya que ésta era una actitud calculada tan solo para mi bien: fortalecer mi fe, mi paciencia y lealtad hacia ellos. Sólo después de esta prueba se me revelarían los números ocultos; sin embargo, los días pasaban y aquellas voces continuaban probándome. Días después decidí cambiar de consejeros: sí, estaba seguro de que los milagros estaban en otros lados, razón por la cual me levanté temprano esa mañana y me dirigí a un barrio de Bogotá de alto estrato. Observé muchos edificios a mi alrededor y me dije: apostemos esta vez a que en más de un edificio deberían necesitar de mis servicios; entonces, entré a cada uno de ellos para deja...